Por: Tomás Moggia Cárdenas
Recientemente, la bahía de Tongoy fue testigo de la liberación de 45 mil ejemplares de corvina Cilus gilberti desde las instalaciones del Centro Acuícola Tongoy (CAT). Este hito marcó la finalización del Programa Corvina, que fue ejecutado por Fundación Chile y apoyado por Corfo y empresas privadas desde 2010 en el marco de las iniciativas para la diversificación acuícola.
Esta acción de repoblamiento de una especie nativa con grandes atributos gastronómicos y nutricionales estuvo motivada por el continuo descenso de los desembarques, y se espera que beneficie directamente a la pesca artesanal y abrir espacios dentro de una industria acuícola “salmonizada” a nivel nacional.
“Existían experiencias previas en Fundación Chile con este pez endémico que lo definieron como una especie con potencial acuícola. En vista de estos antecedentes, fue que la corvina nativa se eligió para participar en los Programa de Diversificación de la Acuicultura Chilena (PDACH) y del Programa Tecnológico Complementario (PTEC). Su objetivo fue diversificar y aportar una especie nativa a la acuicultura chilena”, explica John Barraza, director del Programa Corvina, y jefe de Salud, Bioseguridad y Control de Calidad de Fundación Chile.
¿Por qué el modelo nipón resultó tan inspirador para repoblar con ejemplares de cultivo con miras a la recuperación de una pesquería afectada por la sobre extracción?
Japón es un país mundialmente conocido por sus programas de repoblamiento; son los líderes en esta materia y cuentan con información de larga data. Ellos comprobaron que se deben realizar diferentes acciones para recuperar poblaciones afectadas por la sobrepesca, tales como el cuidado de sus zonas de cría, la reducción de sus capturas y la incorporación de nuevos ejemplares al medio.
¿Cuáles fueron los principales desafíos que el Programa enfrentó a lo largo de sus 13 años y cómo se fueron sorteando estos retos?
El principal desafío fue atraer capital privado al programa, ya que este rubro está muy salmonizado y son pocas las empresas que se atreven con especies nuevas. Técnicamente se fueron cumpliendo paso a paso todos los requerimientos productivos propios de una nueva especie y de nuevos sitios de cultivo. El cultivo de esta especie está pensado para la zona norte de Chile, donde la acuicultura de peces es muy escasa y hay mucho potencial de desarrollo. Sin embargo, el cultivo en el mar fue el más desafiante, ya que las condiciones ambientales son muy diferentes a lo tradicionalmente conocido.
¿Es la acuicultura de siembra una alternativa viable en Chile tanto con la corvina como con otras especies, en especial con aquellas pesquerías que se encuentran entre la sobreexplotación y el agotamiento según los informes de Subpesca?
La acuicultura de siembra es posible técnicamente en Chile; sin embargo, se debe invertir previamente en centros con una alta capacidad productiva y definir bien los puntos en los cuales sembrar. Y no solo de peces, sino que también de moluscos y algas nativas, que se encuentran actualmente sobreexplotadas en el país y que favorecen el ecosistema, con un impacto positivo también para las especies con las cuales se desarrolla el repoblamiento.
"La acuicultura de siembra es posible técnicamente en Chile; sin embargo, se debe invertir previamente en centros con una alta capacidad productiva y definir bien los puntos en los cuales sembrar. Y no solo de peces, sino que también de moluscos y algas nativas".
¿Qué elementos son necesarios y hace falta impulsar para desarrollar o potenciar programas de este tipo con otras pesquerías, incluso con peces de roca sobre los que no hay tantos datos respecto a su estado de conservación?
Faltan recursos. Hasta el momento estas iniciativas han sido realizadas a baja escala y demostrativas. Si se quiere considerar el repoblamiento como herramienta para aumentar la disponibilidad de recursos biológicos, se deben realizar programas a largo plazo que contemplen liberaciones durante varios años, protección de lugares de refugio, etc. Para poder realizar cultivo para repoblamiento de peces, moluscos o algas primero se debe conocer su biología y si es posible realizar su cultivo, porque no en todas las especies es posible replicar los procesos naturales que dan origen a larvas o juveniles debido a la complejidad de sus ciclos.
¿Qué elementos se tomaron en cuenta para medir el impacto que la liberación de 45 mil ejemplares podría tener en la bahía de Tongoy?
En Tongoy, como en muchas otras caletas, el desembarco de corvinas ha ido a la baja. Esperamos que este aporte contribuya a mejorar un poco esta situación. Nosotros conocemos los padres de los peces liberados y además contamos con el genoma de la corvina, por lo cual es posible hacer un seguimiento a posterior con marcadores moleculares. Con respecto a la distribución de la corvina sabemos que éstas se mantienen en las mismas zonas territoriales, no es migratoria como otras especies de peces marinos, y esperamos que su impacto en las zonas de liberación sea positivo, ya que la corvina es nativa de estas costas y convive de forma normal con las especies presentes.
¿Cómo se monitoreará la contribución de esta acción de repoblamiento a la pesca artesanal de corvina?
Esta contribución la veremos realmente en años posteriores. No obstante, para generar un impacto más profundo, es necesario realizar estas liberaciones año tras año, dado que se estima que máximo un 10% de estos ejemplares liberados llegará a talla comercial para los pescadores.