«La costa Tarapaqueña. Lugar de inhóspitos parajes, en donde se mezcla el mar con el desierto más árido del mundo en una conversación constante entre el viento y el sonido de las olas, es también hogar de gentes del mar que han hecho de antiguas caletas, paraderos y huatacas, sectores cargados de memorias e historias relacionadas con la mar y el desierto costero».
«Pero esta costa del silencio, no tiene solamente una historia contemporánea o moderna de ocupación. Este paisaje fue cuna, asentamiento y lugar de paso de muchas culturas y grupos humanos que, en vista de la riqueza de la inmensidad de recursos que la mar y sus alrededores proveían para el desarrollo humano, dejaron una huella que la arqueología ha logrado desentrañar a lo largo de los años. Y es que este desierto cargado de historias (tanto preincaicas, prehispánicas y modernas), constantemente intenta cubrir las ruinas dejadas por “los antiguos” con polvo, sal y viento, lo que ha dificultado la construcción de una memoria histórica de estas comunidades costeras, dando cuenta de una escasa literatura que provenga desde las voces de sus habitantes. Es por eso que esta publicación viene a contribuir a la memoria de las caletas del sur de Tarapacá, específicamente las caletas de Caramucho y Cáñamo, sin grandes ambiciones ni la intención de constituir el hito final de su continuidad en la historia».
«El trabajo que acá presentamos busca describir aspectos importantes de la historia y vida de mujeres y hombres en las caletas de Caramucho y Cáñamo: su historia milenaria, los primeros habitantes contemporáneos, su fundación, sus sueños y proyecciones futuras. Pretende, en definitiva, convertirse en un objeto de memoria que nos lleve por los relatos de los propios actores y también por la memoria visual, captada a través del lente fotográfico».
