En un esfuerzo conjunto por salvaguardar el humedal La Herradura, la Municipalidad de Coquimbo, el Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (CEAZA) y la Junta Vecinal N° 15 del sector llevaron a cabo una visita preliminar en terreno con el objetivo de desarrollar una planificación integral para prevenir inundaciones en las poblaciones cercanas y garantizar la adecuada conservación del ecosistema.
La iniciativa reunió a un grupo multidisciplinario de científicos así como administrativos de medio ambiente y gestión de riesgos, quienes recorrieron el Humedal La Herradura para evaluar su estado actual y estudiar posibles medidas que puedan ser implementadas para evitar inundaciones en épocas de lluvia, al tiempo que se protege su frágil ecosistema.
Verónica De Joani, coordinadora de la comisión medioambiental de la JJVV N°15, relata que levantaron esta solicitud “desde la inquietud de los vecinos a raíz del problema que tuvieron el año pasado con el anegamiento. Nos hicimos parte de esta visita en terreno para buscar soluciones que sean para los vecinos y también para preservar el área del humedal”. Por consiguiente, se busca dar solución a un problema originado durante las precipitaciones causadas por el sistema frontal del 2022, ante lo cual se necesita tomar medidas preventivas.
Durante la instancia, se destacó la importancia de una planificación efectiva que tome en consideración tanto la preservación ambiental como la seguridad de las comunidades cercanas al humedal. En este sentido, Caroline Mondaca, de la oficina de Biodiversidad del Departamento de Gestión Ambiental de la Municipalidad de Coquimbo, señaló que “le pedimos asesoría a CEAZA para evaluar la posibilidad de tener un área de restauración por el impacto de las lluvias principalmente. Poder gestionar acciones que no sean invasivas con la naturaleza: significa hacer manejo del lugar, podar especies invasivas, retirar los residuos, ampliar su rango de filtración de agua, mejorar las lagunas, para que sea capaz de filtrar las lluvias”.
También en representación de la autoridad comunal estuvo presente el Departamento de Gestión de Riesgos. El profesional del área, Rodrigo Moreno, resaltó que la visita se realizó “para inspeccionar el estado de conservación del humedal y cómo este se puede vincular con la mitigación de eventos extremos como pueden ser maremotos, tsunamis o lluvias”.
En las próximas semanas, se espera que los expertos presenten un informe detallado de las características del terreno, que incluirá recomendaciones y propuestas concretas sobre el Humedal La Herradura con el objetivo de prevenir inundaciones y asegurar su preservación.
Paloma Núñez, encargada de Ciencia Ciudadana de CEAZA, enfatizó el valor de tener un “humedal saludable, que va a ser la primera barrera contra las inundaciones. Si tenemos un humedal degradado, con relleno, con basura, que el cauce del agua no está claro y corre por cualquier lugar, va a repercutir en inundaciones. Lo que buscamos con este trabajo intersectorial y multidisciplinario es que esté sano para que pueda cuidar a las poblaciones”.
Servicios ecosistémicos
“Un punto importante para la Región es que estos sistemas amortiguan los efectos de los tsunamis. Si los mantenemos y planificamos el territorio, vamos a disminuir los riesgos de estos desastres en las costas”, manifestó Valeria Canto, asistente del Área de Transferencia del Conocimiento del Proyecto FIC-R Humedales Costeros. Esta característica da gran valor al humedal de La Herradura.
En cuanto al conocimiento que proporciona CEAZA, “estamos trabajando en una prospección inicial de los humedales costeros de la Región para tener una visión general de cuántos son y dónde se encuentran, y una caracterización de tipo paisajístico con una muestra de calidad del agua, para posteriormente empezar a profundizar en cuáles vamos a tomar como piloto”, explicó el Dr. Jaime Cuevas, titular del equipo de Geociencias.
Sin embargo, los niveles de intervención son el principal punto a solucionar. El asistente de investigación en el proyecto FIC-R Humedales Costeros, Adrián Sanhueza, sostuvo que “este humedal está muy intervenido, aún así conserva algunos elementos propios de la zona, como se puede ver en la vegetación. Por ejemplo, hay Salix humboldtiana, el sauce chileno, que es un árbol que podemos encontrar en pocas ubicaciones y es un privilegio tenerlo aquí en plena zona urbana. Hacia la zona más interior podemos encontrar algunas dunas que mantienen la comunidad vegetal propia de nuestra localidad”.